Regalo de cumpleaños para MC', espo de mi Onechan XD(por ser una cuñada genialosa)

Ambas esperamos que te guste.

(Nota de Gid: Dios... la pasamos genialoso sacando los nombres XD)

Disclaimer: Marcos/Julieta

A la salida…

Era un día soleado y tibio. Los salones estaban sofocantes y tal era la monotonía que ni siquiera los profesores querían dar clases. La maestra de historia había repartido unos talleres, y luego se había sentado en su escritorio, perdiéndose en sus pensamientos. Los alumnos tomaron los libros y fingieron trabajar por unos minutos, después simplemente se soltaron a hablar.

En la silla de en medio, de la fila junto a la ventana, soñaba despierta una pequeña de trece años, con largos cabellos rubios y ojos chocolate. Su nombre era Julieta, y justo en ese momento estaba pensando en que se sentiría saltar por la ventana, sin tocar el suelo, volar en una sensación de vacío. Suspiró y una media sonrisa se posó en su rostro; imaginarse la sensación era agradable.

De repente alguien tropezó su escritorio y la sacó del embelesamiento. Julieta instintivamente lo mató con la mirada.

- Fíjate- le dijo con un tono que revelaba su enfado.

- Lo siento- le respondió sinceró el muchacho y se dirigió al escritorio de la profesora.

Julieta lo miró de reojo, era diez centímetros más alto que ella, y tenía los ojos negros y brillantes. Su nombre era Marcos.

El muchacho de cabellos oscuros entregó su trabajo terminado, sacando también a la profesora de su ensueño.

- Gracias, Jacome - dijo ella y miró su reloj, se había acabado la clase- Recoja, por favor, el de los demás.

- Sí- respondió él, luego comenzó a recoger los papeles uno por uno.

Julieta desvió la mirada del chico y apartó un par de cabellos que le cayeron al rostro cuando bajo la cabeza para ver la hoja de su taller; no había respondido nada. Sintió por un minuto que algo bajo por su estómago y volvió a subir. Y justo en ese momento de pánico el chico llamado Marcos se colocó enfrente de su puesto.

Cuando él posó sus ojos en ella, se dio cuenta que su imagen era casi cómica, lo cual le hizo formar una media sonrisa. Volvió la mirada a ver si la profesora estaba viéndolos, y se alegró de que hubiese vuelto a su semi-autismo. Acercó su rostro al de la muchacha, lo suficiente para poder susurrarle y ser escuchado.

Julieta lo miró y por alguna razón sintió que todo su cuerpo se tensaba, estaba demasiado cerca.

- A, B, D, D, C, A, A, revolución rusa, Lenin- le dijo en voz baja. Julieta abrió sus grandes ojos chocolates, confusa.

- A, B, D, D, C, A, A, revolución rusa, Lenin. Son las respuestas- le explicó con una sonrisa cómplice. Ella lo miró por un momento y luego copió rápidamente en su hoja de respuestas lo que él le había dictado. Marcos miró el plumón morado y soltó un bufido por lo bajo.

Luego tomó la hoja de la chica y se fue a recoger las demás de sus compañeros. Julieta lo miró alejarse. Y no pensó en otra cosa durante las siguientes tres horas, hasta que el profesor de química la llamó a lista.

- Presente- dijo, dando un respingó al escuchar su nombre. Marcos soltó una pequeña, pero audible carcajada y Julieta lo miró sonrojada. Se sentía tan tonta. Pero unos nombres más adelante tuvo su revancha.

- Jacome Ruiz Marcos Arturo- Dijo el profesor, Julieta no pudo contenerse y dejó salir una risa burlona.

- Señorita Dávila- le reprendió el profesor- ¿Qué le parece tan gracioso?

- Mi nombre- contestó Marcos inmediatamente, con una frescura envidiable. El profesor los miró con el seño fruncido y decidió continuar la clase.

Julieta se quedó mirando por un buen rato a Marcos. "¿Qué le pasa a ese chico? ¿No se cansa de sonreír?"- pensó con fastidio. Entonces sonó el timbre del recreo y todo el estudiantado salió corriendo al patio.

Tatiana, la mejor amiga de Julieta, estaba enferma, y Julieta no se sentía con ánimos de buscar a alguien más con quien conversar sobre lo molestos que eran sus padres, así que decidió vagar por el patio del enorme colegio mientras terminaba el descanso. Caminando y caminando encontró una banca vacía cerca de un roble, se dejó caer y alzó la vista. No había nada más lindo que ver la luz pasar entre las hojas de ese árbol.

- Bonito ¿no?- le preguntó una voz familiar. Julieta volteó y se volvió a encontrar con los ojos sonrientes de Marcos.

- ¿Tú?- exclamó sin pensar- ¿qué haces aquí?

- Estudio aquí- le contestó él, con ganas de bromear.

- Tonto- le dijo ella y sonrió, a Marcos le pareció linda su sonrisa.

- Gracias- le dijo inmediatamente.

- ¿Por?- cuestionó él.

- Por lo del taller, gracias, estaba distraída y no había podido hacer nada.

- Tranquila- exclamó dulcemente- Sé lo que es tener mucho en que pensar.

- ¿En serio?

- Sí, especialmente porque a veces no quieres pensar en eso…

- ¿Te pasa algo malo?- se preguntó ella más para sí misma que para él.

- No, pero me dio la impresión que a ti sí - le dijo sentándose junto a ella- ¿me equivoco?

Julieta lo miró a la expectativa, ella sabía que ese chico daba clases con ella, pero jamás había reparado mucho en su existencia. Aunque tal vez porque la mayoría del tiempo sólo se la pasaba hablando con Tatiana, de igual manera no era más que un chico del salón, que de repente hoy le estaba hablando. No sabía si debía confiar en él. Lindo y todo, lo que tenía que decir no era para cualquier persona. Dudó, e inmediatamente sonó el timbre.

- ¿Nos vemos en la salida?- le propuso Marcos, con esa sonrisita suya.

- Tal vez-. Dijo con un poco de altivez Julieta y se fueron a la hora de clases.

Gimnasia y Matemáticas no eran la mejor combinación para terminar la jornada, pero no había de otra, esas eran sus últimas horas. En el momento en el que al fin se acababa el tormento, con el timbre de salida, se rompían las cadenas y todos los alumnos volaban lo más lejos del edificio. Julieta, quien no encontraba mucha diferencia entre irse o quedarse, se estaba tomando su tiempo. Sabía que debía llevarle la tarea a Tatiana, así que estaba recapitulando el camino a su casa.

Salió cuando no quedaban si no tríos de alumnos en los pasillos. Y justo en las escaleras, sin que ella se lo esperara, allí estaba Marcos.

- Te demoraste- le dijo cuando la vio llegar.

Julieta parpadeó sorprendida. En verdad la estaba esperando a la salida del colegio… tal vez, sólo tal vez, sí debía darle una oportunidad.

Eso fue todo, esperamos críticas, tomatazos, lo que sea :)

Bye n_n

Feliz cumple MC'!