EL ABUELO JOHAN

El abuelo Johan había fallecido; Triste noticia, pero pronto recordé que el era quizás la persona más antipática y desagradable que cualquiera pudiera conocer: No tenía paciencia, se enojaba con facilidad, era bebedor y mujeriego, y en definitiva, alguien el cual uno no podría soportar estar en el mismo lugar más de 5 minutos sin querer arrojarte por una ventana.

Nuestra familia fue a su servicio funerario, pero difícilmente hallarías alguna expresión de cariño; Había silencio, y "algo" de respeto por los dolientes, pero todo aquel que lo conoció bien no se encontraba precisamente inmerso en la tristeza; Tengo que admitir que muchos de mis tíos estaban pensando en el testamento antes que siquiera el Reverendo terminará.

Eventualmente, fue enterrado su féretro en un cementerio a las afueras de la ciudad, y el Reverendo acabo con su labor, y nos comenzamos a dispersas. Regrese a mi casa con mis padres y nos olvidamos rápidamente del asunto.

Mi padre comenzó a reorganizar el hogar; El abuelo había vivido con nosotros todo el tiempo en el que su enfermedad le agravo su salud, y ahora teníamos una habitación de más ¿Podría por fin dejar compartir el cuarto con mi hermanita? Pensé.

Cuando ingresé para revisar el lugar, encontré algo curioso: Un sobre, que tenía escrito sobre él "A quien lo halle primero: GUARDELO hasta que llegue la persona indicada"…

Lo puse en una caja con el resto del papelerío que el abuelo guardo, y no le puse mucha atención; Estamos hablando de un hombre quien a menudo narraba cuentos imposibles y marcaba los periódicos buscando mensajes secretos ¿Paranoia? ¿La edad? ¿Consumo de drogas que explicaría el misterioso humo que a veces provenía de su cuarto? Quizás.

Pero varios días después, alguien llamo a nuestra puerta:

-Disculpe ¿Es hogar de la familia De Witt?- Pregunto un hombre entrado en años cuando mi padre le abrió.

-Si, en efecto ¿Qué desea?- Mi padre le dijo.

-Permítame presentarme: Soy Yisrael Cohen, y yo conocí a su padre, Johan, durante la Guerra…Y déjenme decirles que siento mucho su perdida…-

Yisrael era un viejo amigo del abuelo, pero no cualquier amigo: El comenzó a narrar una historia increíble, de cómo, durante la persecución de su gente durante la guerra, la familia De Witt escondió en su hogar al joven Yisrael…Y que Johan, había sido su amigo durante esos turbulentos años.

-Lo leí en los obituarios y…Aquí estoy…- Concluyo aquel hombre.

Y en ese momento, recordé aquel sobre: Me apresure a buscarlo en el ático, hice un tremendo desorden por el cuál generalmente mis padres me hubieran reprendido, pero no me importo en ese momento. Lo encontré, y a toda velocidad, me dirigí con ese sujeto.

-¡Señor Cohen! Disculpe interrumpir, pero…Creo que esto le pertenece.-

Le entregue el sobre al visitante, y este, con mirada de duda y extrañeza, no tardo en abrirlo; Dentro, una vieja fotografía de él y mi abuelo, marcada como 9 de mayo, de 1945; El día después del fin de la Guerra; Y atrás, escrito con la letra del difunto, estaban las siguientes palabras

"¿Por qué tardaste tanto? Jajajajaja"

Yisrael sonrío tras leer aquel enunciado; Siguió hablando con mi padre en la sala de nuestro hogar, compartiendo recuerdos, y sus travesuras juveniles, y como, poco después de terminada la Guerra, se separaron y nunca más se volvieron a ver.

Nuestro visitante se marchó algunas horas después de una gran y amena plática, pero esa noche, mi visión del viejo Johan cambio, y descubrí una lección importante, al ver como él, junto con su familia, desafiaban un mal y odio presente en aquellos días en toda la nación: Ser amable es una cosa, y ser bueno, otra MUY diferente.

FIN