Un relato hecho en Navidad, para recordar que la vida es hermosa. Lo es, y no debe desperdiciarse.


Rosa Roja


Su cabello es negro, sedoso y brillante cuando las luces titilantes le iluminan. Sus labios están pintados de carmín, igual que sus uñas y a juego lleva un vestido rojo, con sus tacones de 5 cm también oscuros. Su piel es algo pálida, demasiado diría algunos y su sonrisa un poco falsa, pero no cabe duda que sea encantadora. Ella es hermosa. Siempre lo ha sido, pero hoy se ve radiante.

Porque ha decidido dejar las lagrimas atrás.

Se ha puesto sus tacones, su vestido y se ha maquillado con mucho delineador negro, y rubor rosa en sus mejillas. Porque hoy quiere ser feliz, como en sus sueños de niña, cuando ella era una princesa que vivía en un cuento de hada. Cuando el invierno aun no tocaba su vida, sin hojas marchitas que decorarán la entrada de su casa.

Hoy ella quiere sonreír, soñar, como esos tiempos de antaño.

Porque es bella y tiene ganas de seguir viviendo.

Es una rosa, que ha florecido nuevamente.

-Si la vida fuera perfecta, fuera un cuento de hada.- Dice, con voz soñadora.- Pero como no lo es, solo hay que pintarla de colores, para que no sea solo blancos, negros y grises.-

Ella quiere sonreír, solo esperemos que su sonrisa sea eterna.


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:)

¡Besos!