Si hay algo que resulta insoportable para aquel que no esta en una relación, es ver a alguien que si la tiene disfrutar de ella; envidia quizás, pero muestras de afecto entre dos amantes son imposibles de soportar a menudo si uno se encuentra en solitario.

Y para Allyson, eso solo significaba una cosa.

—Caramba ¿Otra vez?—susurró esta al ver a Sarah y su compañero de besuqueos, Will, compartiendo precisamente, mientras ellos, junto a Jake, trataban de disfrutan una película en el cinema.

—¿Te molesta acaso?—Jake le preguntó, en voz baja

—No pienses que soy anti-romance ni nada por el estilo, pero este tipo de muestras de afecto me dan...cosa.

—Vamos Allye, no es tan malo como todos di...

Jake entonces alcanzó a ver apenas en la oscuridad de la sala como Will parecía estar desabotonando la blusa que Sarah estaba usando.

—...OK, voy a...comprar palomitas ¿Me acompañas Allye?

—Iría hasta un anti-doping en estos momentos—respondió Allyson.

Y no es que fuera asunto de una sola vez, o inclusive de un par de ocasiones: eso podía tolerarse, pero tal modo de afecto de la parejita era demostrado constantemente, y de maneras poco discretas.

—Podría ser peor Allyson, tranquila—Jake le comentó en el lobby del cine.

—Se bien eso, pero sigue sin gustarme para nada.

—¿Envidia?

—Si yo quisiera compartir saliva con alguien, al menos tendría la cortesía de no hacerlo frente a ustedes.

Pero a pesar de eso, Allyson no les deseaba mal: ella misma comprendía a veces la pasión con la que uno puede dejarse llevar: como dicen por ahí, hay cosas que no se deben pensar, sino sentir.

Y quizás eso hizo la sorpresa más fuerte aquel día en el parque de diversiones.

—¡Hola muchachos!—Sarah exclamó en la entrada del parque al encontrar a Allye y Jake

—Hola Sarah ¿Que pasa, Will no pudo venir?— Allye preguntó

—Na, rompimos.

Lo que fue una simple pregunta por compromiso y amabilidad terminó por convertirse en una revelación; les tomó incluso un par de segundos para procesar lo que recién habían escuchado.

—No, espera ¿Que dijiste Sarah?—Jake buscó confirmación de lo que su amiga había dicho

—Will y yo rompimos ¡Yo quiero subir a la montaña rusa!—Sarah contestó con un desprendimiento tal que parecía más una broma de mal gusto.

—No, espera—Allyson dijo—¿Pero por qué?

—¿Qué cosa?

—Lo de tu y Will...

—Oh, bueno, nada en especial, solo decidimos que sería mejor estar por nuestra cuenta.

En cierto modo, tenían razón: la ciudad de Toronto se beneficiaría que dos mentes torcidas e indescifrables no trabajen juntas, pero la sorpresa de tal anuncio solo podía ser rebasada por el modo en que dicho anuncio se hizo.

—Pero ¿Estas bien?—Jake mencionó

—¿Por qué no habría de estarlo? A menos qué...¿No me digan que lo del pastel gratis era una mentira?

—No, pero...

—¡Entonces déjense de tonterías y entremos!

Si Sarah sentía algo por su separación con Will, esta no era evidente a la vista en lo más mínimo: rió como todos, saltó como todos, vomitó como todos, un día de diversión que nada parecía poder eclipsar.

—OK, el pastel y montañas rusas no combinan—Sarah comentó mientras ella y sus amigos caminaban de regreso a sus hogares esa tarde.

—Y combinan menos aun con los colores de la ropa de la pobre diabla que le toco tu...contenido—dijo Jake.

—¿Hablas de Allye?

—¿¡Podríamos hablar de otra cosa!?—Allyson respondió asqueada por lo sucedido, con una camisa barata que compró en un puesto de recuerdos, para substituir la que Sarah había arruinado.

Los tres llegaron al hogar de Sarah, pero antes que esta entrará por su puerta, todavía Allyson y Jake luchaban por comprender el sentir de su compañera, más esta no parecía importarle mucho más que las leyes contra los narcóticos.

—Oye Sarah, solo dime una cosa para dejarte en paz—le dijo Allyson, rascándose la cabeza tanto literal como figurativamente.

—Claro Allye ¿Cuál es tu duda?

—Sobre lo de...Will ¿En verdad estas bien?

—¡Siempre estoy bien!

—¿Segura?—Jake se unió al cuestionamiento

—Claro que si muchachos, tranquilos, no pasó nada, solo que este tipo de cosas a veces suceden.

Y tras esa respuesta, aun con reservas, pero respetuosos de los sentimientos de Sarah, Allye y Jake regresaron a sus respectivos hogares.

Aun era algo temprano, pensó Sarah al ver las manecillas del reloj, y sin tener mucho en que perder el tiempo, tomó su celular y marcó el numero de Will para preguntarle si quería acompañarle, hasta que recordó un detalle sin mucha importancia...

—Oh...si, es cierto...

Colgó la llamada, y por unos instantes, se mantuvo inmóvil, paralizada, sin saber a donde ir o que hacer; de pronto, hasta su dormitorio parecía muy lejano, y finalmente, la noticia le había llegado.

—Will...—alcanzó a murmurar antes de caer de rodillas, con lagrimas brotando de sus ojos, y finalmente, rompiendo a llorar.

—¿Estas bien?—escuchó Sarah; ella volteó, y vio que eran Allye y Jake, cerrando la puerta de su hogar tras de si.

—¡Claro que estoy bien!—Sarah contestó levantándose del piso y tratando de limpiar sus lagrimas sin correr demasiado su maquillaje.

—¿Pero?—dijo Jake

—Pero...Will y yo...

Con un nudo en la garganta que no podía desamarrar, y sin poder terminar de decir la frase, antes que Sarah se colapsara, ella encontró los brazos de sus dos amigos, quienes la sostuvieron y más importante aun, la abrazaron con toda sinceridad y cariño que su amistad podía

—¡Igual el amor apesta y lo sabes bien amiga!—Jake exclamó, en la azotea del hogar de Sarah, ella un poco más calmada, contemplando el cielo y las estrellas.

—Si ¡Al carajo con los hombres!—Allye complementó

—¡Hey! ¿Como crees que esto me hace sentir?

—Jake, Allye dijo HOMBRES.

Los tres comenzaron a reír, en parte por el efecto intoxicante de la amistad, y en parte por el efecto intoxicante de la hierba colombiana, pero cualquier cosa era poco con tal de ver a una amiga sonreír.

—Una cosa, Sarah, no se si estés lista amiga para decirlo—Allye dijo con la voz entorpecida

—¿Si?

—¿Por qué terminaron?

—No teníamos mucho en común.

Aquella respuesta fue sorpresiva ¿Esos locos no tenían nada en común? No podían creerlo, y menos Jake.

—¿Como es eso que "no tenían nada en común"? Los chicos así no se besuqueaban como ustedes lo hacían

—Y creo que eso solo era parte del problema...lo quería mucho, aun lo hago ¡Y sin dudas sabe besar!—Sarah comentó esa primera parte en tono de burla—Pero...cada vez que no hacíamos eso...no teníamos nada de que hablar.

—¿Nada?

—Nada en absoluto...era muy físico y pasional, y lo disfruté mientras duró, pero nada que realmente pudiera llamar "amor".

La solemnidad regresó a la platica ante el modo en que Sarah había respondido: si, era objeto fácil de burlas (Y fuente de burlas peores) más eso no significaba que ella no podía sentir lo que otros, inclusive, a un grado más fuerte.

Entonces, Sarah sintió las manos de Allye y Jake tocando las suyas; ella volteando a los rostros de esos chicos, y recibiendo una sonrisa compasiva de su parte hizo que ella hiciera lo mismo; tener a ellos a su lado volvía la carga del dolor algo más soportable, más tolerable, pero ni ellos podían ayudarla a cerrar

En el parque enfrente de Hopewell High, la mañana siguiente, Sarah esperó y esperó en una banca a aquel con quien deseaba hablar una última vez.

—Sarah.

—Will...que bueno que llegaste.

—No quería dejar de venir, créeme que esto...no ha sido de todo fácil para mi.

—Se lo que sientes...

Will tomó lugar junto a Sarah, más no pegado a ella, más bien al otro extremo de la banca, manteniendo una prudente distancia.

—¿Aun estas segura de la decisión?—Will preguntó

—No...pero ¿Alguien realmente esta seguro de cualquier cosa en estos días?

—Entiendo...

—Will, te quiero mucho, quizás no de ese modo, pero eso no significa que no podamos al menos seguir siendo amigos.

—Sarah...justo eso mismo te iba a decir...

Y tras esas palabras, ambos se encontraron en un abrazo, menos pasional, y más de resignación a la realidad, pero al menos habían dejado claro que no se guardaban rencores, no había razón para ello: son jóvenes, tendrán relaciones aquí y allá, pero el primer enamoramiento, así como el primer rompimiento, no se olvidarán jamas.

Ambos se levantaron y se despidieron, partiendo en caminos diferentes.

—Sarah—alcanzó a decir Will antes que esta se alejara demasiado.

—¿Qué pasa?—la joven respondió sin voltear, tratando de esconder un par de lagrimas bajo sus ojos.

—Sabes que en realidad...todo eso de ser "solo amigos"...no funcionará ¿Verdad?

—Pues...no te puedo mentir Will, pero al menos dejame creer que si.

—Esta bien...entonces...nos vemos, "amiga".

—Nos vemos, "amigo".

Y ahora si, partieron cada uno hacia su propio rumbo, hacia su propio mundo, y al fin de cuentas, Sarah sabía muy bien que Will tenía razón: decir que permanecerán como amigos es más un gesto simbólico, una hoja de olivo que se entrega a la otra parte para poder decir que se van en paz, pero que no tiene valor real alguno, solo para decir: "Ya no te quiero de ese modo...pero de un modo u otro, me sigues importando".

FIN