Pensamientos de una loca
Tema: Hasta un reloj parado da la hora correcta dos veces al día.
Estoy sentada en la mitad de una clase, pretendiendo que me interesa lo que dice mi profesora. Me siento tan hipócrita, pero ¿no es hipócrita también la vida?
Se me ha ocurrido en este preciso momento…no, miento, siempre he querido hacerlo, desde que aprendí lo que es escribir (aun cuando en ese entonces solía redactar amor con h y ayer con ll) En fin, no importa desde cuando he querido hacerlo, simplemente importa qué es lo que estoy haciendo, cuál es el verdadero propósito de este texto. Y ese es el de dejar caer mis pensamientos sobre el papel. O bien para estas épocas modernas, hacerlo aparecer sobre la pantalla de Word en mi computador.
Yo preferiría lápiz y papel, pero con toda la revolución verde, de la que sinceramente me interesa hacer parte, será mejor hacer el gasto de energía que malgastar la vida de pobres árboles con estas locuras que escribo yo, la loca.
Estoy divagando nuevamente, pero por supuesto son los pensamientos de alguien que sufre muchos problemas de desequilibrio mental ¿no es lógico que divague? Estos son mis pensamientos, por ende, querido lector, le advierto sea paciente o presione cerrar. Nada de lo que va a leer le va a servir en su vida, y puede que hasta llegue a aburrirle.
Volviendo al punto (si es que acaso ha de haber uno) estaba yo ayer leyendo un libro y me encontré esta divina frase que encabeza el tema de esta sarta de tonterías. "Hasta un reloj parado da la hora correcta dos veces al día" dijo Doña Cristina a Ágata Uriarte en el magnífico misterio de Carmen Posadas.
Después de leerla, me quedé inquietada pues era hora de ir a casa. Y el transporte público no es que sea muy rápido. Así que mientras iba yo en el bus, moría de impaciencia por terminar con las últimas cuarenta hojas que guardaban la resolución del misterio que yo llevaba intentando resolver por 300 hojas y más de cinco horas bien invertidas.
Ciertamente, peor que ser una impaciente de remate, creo que mi peor defecto es marearme cuando leo en movimiento. Así que debía esperar y el tiempo era eterno.
Bueno, eso es irrelevante, pues mis defectos (que son muchos) no son el tema, por supuesto que no. El reloj, sí volvamos al reloj.
Llegue a mi casa a eso de las nueve y termine de leer a las nueve y media. Terriblemente decepcionada del final de la historia. No es que haya estado mal, es sólo esa horrible ironía de cuando idealizas tanto lo que deseas (como los enamorados) que cuando lo conseguimos, al final, está lejos de ser lo que queríamos.
Por eso que siempre digo que es mejor tener una lista de defectos y una de virtudes cuando se ama. Eso nos ayuda a amar con merecido descaro.
Pero ¡Oh, maldito error! Con este libro tan apasionante, tan intrigante, tan perfecto en un inicio, en la mitad y hasta las últimas 38 páginas, ¡No lo hice! Y que depresión de enamorada la que sentí cuando llegue al desenlace del misterio.
Y como toda mujer enamorada, caí en el despecho existencial. Entonces me puse a pensar sobre lo relevante de la vida. Sí, yo me las doy de filosofa. Y suelo discutir mi filosofía con otro loco de remate (claro que en un área algo distinta de la locura) el cual es mi mejor amigo.
Este hombre tan optimista por la vida, con ambiciones tan grandes y admirables, como lo es el querer revolucionar el mundo; este hombre, no pudo entenderme, sino como todo mejor amigo, tubo que calarse mis quejas en silencio sepulcral.
Las quejas de una loca…Pobre cristiano.
Todo había partido con mi tono de amargue total y su cuestionamiento sobre el final de la obra y el amable "¿te gustó?" de mi adorado colega del manicomio.
"¡Por supuesto que no!" comencé y él, después de escucharme con su envidiable paciencia, me llamó no sólo amargada sino que insistió en que no debería tomar mis amados libros como un escape a la realidad, sino leerlos para aprender y aplicar en la vida.
Oh, ciertamente yo hago esto…he allí de nuevo el cuento con el puto reloj, con el cual aun no me he metido todavía. Pero en ese momento ¡Maldita sea la depresión de los enamorados! Sentí ganas de abofetearlo. (Sí, amore, disculpa, se que estás leyendo, pero eso quise hacer) ¿Por qué? Se preguntará el lector, si es que aun sigo teniendo un lector.
Pues bien, eso es porque cuando hablamos de realidad a mi me entra una tristeza aun más profunda. Y entonces, con el comentario sobre que me metía mucho en la realidad de los libros, se esponjó todavía más mi ya de por si tajante genio de bruja.
"¿Y por qué no hacerlo?" quise decir y lo hice. Si total la realidad esta inventada, y qué es la vida y para que moverme y para que estudiar. Yo sé que me haría feliz hacer, no es algo tan difícil, ser feliz es fácil, estar triste todavía más. Pero es la sensación de Matríx (como odio esa película) lo que me pone mal.
"Eres muy complicada" me replicó y perdí mi energía. Total si ya hasta me había dicho cuerda; sabía que mi pataleta no iba a tener respuesta.
Pero es cierto.
Vivir, sólo por vivir, seguir para adelante. Tantos libros de superación personal que he leído y otros miles que no pienso ni ojear, dicen la misma cosa. Y tienen razón. Pero todos parten del hecho del cómo y el por qué, según ellos, claro; ninguno te responde que es vivir y el que lo hace no te satisface.
Es que estoy segura que ni si quiera hay una religión que te diga qué es vivir. "Conságrate a Dios, Alá, Buda, Jesús, y otros más. Búscalo que te da paz. Lee la biblia o el Coram. Sí los leyeras entenderías" eso dicen.
Joder, Coño y un cuerno. ¿Qué voy a entender? ¿Que un ser perfecto y espiritual creo el mundo? ¿Qué es mejor vivir en paz espiritual y social para cuando muera y llegue la hora de la que nadie tiene una idea todos vayamos al paraíso? Bueno pues de eso ya escuche y creo que lo único que me quedo fue que un ser supremo creo todo. Pero claro que, no es por presumir, eso ya hace mucho que me parecía lógico y hasta bastante obvio.
Apagué y vámonos.
No me meteré con religión, porque cada quien tiene derecho a pensar lo que le dé la gana y yo no voy a pelearme con nadie por eso. Poco me interesa, yo ni si quiera sé bien que pienso.
Estoy loca, recuérdenlo.
Entretanto volvamos al tema, para poder decirles que tiene que ver con mis divagaciones el reloj. Ya vamos para allá, ya vamos llegando (me estoy acercando, no puedo dejar que los ojos se me agüen- sí, me gusta la música ¿a quién no?)
Pues sigamos, entonces lo que se me viene a la cabeza cuando hablamos sobre qué es la vida y por qué la gente casi ya no se detiene a pensar en eso. Es decir, quiero un carro, quiero un buen puesto, quiero una esposa, o esposo, hijos, o un perro, pero no me interesa saber ¿por qué? ¿Qué sentido tiene eso?
Sólo andemos pa'lante, que en algún momento se acaba el camino. Seamos Alicia en el país de las maravillas.
Pues les diré qué pienso cuando me pongo deprimida con la existencia. Pienso que lo que hago fue elegido por alguien que no tenía mucho que ver conmigo. Que estamos jugando a la casita. Sí, a la casita. Ese juego que veo a mis vecinos de siente y tres años armar en la terraza de sus casas. Donde "yo soy el papá, Natalia" y "sí, y Luciano el bebe" pero también donde yo trabajo y el perro es de verdad, pero no sé ni para que lo tengo.
Qué sí, que costumbres, que leyes. Pero esto es la misma cosa. Todo es un juego. Y eso es lo que me deprime y es entonces cuando me pregunto para ¿qué?
Y es una pregunta que no va a tener respuesta….o por lo menos no hay nadie que me la de en este mundo material de cuerdos-locos.
Así que me aburro de estar deprimida y le pido a mi mejor amigo que cambie el tema por algo más trivial.
No sin antes morderme la lengua, y tragarme que queja, esa que susurra a mi oído que todo el mundo seguramente lo hace.
Sí y es que aquí entra la frase. "Incluso un reloj parado, marca la hora exacta dos veces en el día"
Es decir que incluso el idiota, el drogadicto que asusta porque está sentado sin camisa y sucio hasta las pestañas, en un rincón del lugar más peligroso de la ciudad; incluso él se ha preguntado en algún momento de si vida (o dos) la razón por la que existe. Por la que todos jugamos en la mitad del mundo. La que nadie te responde.
Y entonces ¿por qué se quejan con uno en la educación primaria, media y alta cuando uno se va por la tangente?
Sí cuando dicen ¿Qué es nacer? uno se va por la explicación del crecimiento. Y no más se escucha el profesor que contesta, ya sea en el tono que le plazca, que lo que le respondimos no tenía nada que ver con la pregunta.
¿Por qué se enojan? Si eso lo hace la humanidad desde que el coso llamado hombre, es hombre.
Y que alguien me conteste entonces qué es la vida.
Y que alguien me diga que no lo ha pensado.
Y qué alguien tenga el descaro de gritarme a la cara que jamás ha marcado la hora exacta al menos dos veces.
¿Y por qué me tome el trabajo de escribir esto? Porque yo siempre me lo pregunto y estoy harta de que nadie ni si quiera me admita que también lo ha pensado.
Que entonces me digan cuerda.
Y no me estoy quejando, aunque mi escritura puede ser algo agresiva. Pero ¡Hey! El dulce sabor de desahogarse con alguien que no conoces.
Pues bien, ya junte mis tonterías, que ni si quiera me tomare la molestia de revisar.
Concluiré entonces simplemente diciendo que los pensamientos sobre este tema del reloj son de indignación, de descaro, suplica y de demanda.
Me indigna que cuando saque el tema me miren como si jamás lo hubieran hecho y sintieran pena por mi estupidez, o bien mal llamada depresión, o complicación. Porque sí, ahora filosofar es complicarse la existencia.
El descaro tanto mío al redactar como de la gente al seguir adelante haciéndose los cuerdos.
Mi suplica por una respuesta.
Y Mi demanda, sí, porqué demando que si todo el mundo es un reloj parado, y el que piensa en esto es Emo. Entonces Demando al relojero que dejó esta tienda tan rara armada, a que venga y me responda. ¿Por qué jugare a la casita cuando nunca me ha gustado el juego y tampoco me han preguntado si quiero jugar? Y no hablo del tan cuestionado "estar viva", que no soy tan suicida, sino el de hacer parte de esta sociedad rara y armada, en la que cuestionar la realidad me hace un reloj acelerado. Y quizás el único que funciona. Me hace "la loca".