Para los indignados:

No hay empleo, o los puestos que hay están mal remunerados. Una frustración enorme a la generación mas educada de la historia; aquella en la que muchos de sus miembros fueron los primeros de sus familias en asistir a la Universidad o poseer una computadora con la cual pueden acceder a información de todos los rincones del mundo: algo esta mal, nadie lo niega, y nadie debería intentar negarlo.

Existe ira, indignación. El propio nombre con el que se hacen llamar muchos de estos jóvenes lo señala,y el resentimiento contra el sistema actual crece día tras día. Es una situación peligrosa para las altas esferas del poder, mas es incluso de mayor peligro para estos propios jóvenes.

Los tiempos de crisis son perfectos caldos de cultivo para lideres populistas y demagogos. Individuos que se presentan como los grandes reformadores sociales que a través de lenguas de plata inspiran confianza en las masas, y estas caen ante promesas vacías y discursos apasionados que lejos están de ofrecer soluciones reales.

Es por eso que presento este mensaje para aquellos que se sientan "indignados": MUCHO cuidado.

Entiendo el idealismo, dado que yo mismo poseo muchas características que podrían catalogarme como un "idealista"; les gusta disfrazarse de cínicos y escépticos, pero por cada vez que señalan las hipocresías de sus enemigos, omiten a aquello que esta mal en esos que apoyan y que tienen su favor. No deseo que nadie se vuelque al cinismo, pero una y otra vez la historia nos ha enseñado que esos lideres mesiánicos y populistas casi siempre son peores que esos contra quienes lucharon en primer lugar.

¿Cómo tener cuidado? Sencillo: sean consistentes.

Muchos critican fuertemente las dobles morales y cosas sucias dentro de los sectores conservadores (o "ultra conservadores", dado que aparentemente solo se puede ser extremista si se es conservador) lo cuál es no solo valido, sino necesario: que aquello que marche mal se denuncie con todas sus letras hasta que esos criminales sean castigados, pero con tal de ganar una batalla pierden la guerra vendiendo su alma a los lideres mesiánicos, ignorando sus errores, o cuándo mucho, justificándolos: "Es que no es que sea malo, pero es que es necesario" se escucha constantemente, pero al final la única verdad es que entre mas intenten justificarlos mas se parecen a aquellos que tratan de expíar los crímenes de la ultra derecha y del sistema establecido.

Existe una canción llamada "Won't Be Fooled Again", por The Who, que parece capturar la esencia a lo que me refiero: creen en esos "reformadores sociales" solo para verlos ser los nuevos dictadores y abusadores del poder; no me gusta usar analogías con música porque siento que me pone al nivel de tantos "Guerrilleros de Champaña" que denuncian los peligros del capitalismo y el imperialismo pero que van a escuelas privadas, tienen sus productos Apple y usan ropa tiendas costosas, pero esta no trata de ser una advertencia derechista hacia la izquierda o de la izquierda hacia la derecha, sino algo sencillo y neutral que sea cual sea tu orientación política no cambia:

Desconfía de los lideres y de la demagogia.

No pido tampoco que se vuelvan anarquistas, pero que usen dos cosas: el cerebro y la coherencia. Solo porque sus rivales usaron un recurso sucio no justifica que también ustedes deban usarlo, y es que eventualmente en escenarios como este, una vez que el revolucionario alcanza el poder se vuelve en el nuevo represor: su justificación política será distinta, pero para el caso hará las mismas malditas cosas que obligaron a correr al anterior en primer lugar.

A toda generación nueva le gusta la idea de cambiar el Status Quo y algunas se tienen que transformar: ha sucedido en el pasado y seguirá ocurriendo mañana, pero en su afán rebelde e impulso pueden equivocarse; su educación mas alta no importa, porque tristemente a veces los mas educados son también los mas ingenuos.

Así que cuidado: ya seas rojo o azul, te orientes a una dirección o a la otra, al final del día, las balas del dictador no tienen política, solo propósito: matar.

Atentamente

Los Desconfiados