Ejem Ejem. Hola.

Esta historia lleva mucho tiempo en mi cabeza. No sabia si escribirla, pero finalmente lo hice. Quisiera dedicársela a Mariana Landeros. (Prácticamente coautora de esta historia) Y obviamente a Ramses y Luis Fernando. (Ignoro si ellos realmente son los mejores amigos pero aquí esta)

Summary:

¿Si tuvieras una oportunidad de hacerlo todo bien lo harias? ¿Seguro? ¿Aun a costa de la vida de tu mejor amigo?

Esta es la historia de dos amigos. Ramses: El risueño, el amigo que apoya siempre, el fiel, que se hace notar. Fernando: El paciente, inteligente, y cariñoso, el tipo de amigo que todos necesitamos.

Una historia simple, que habla del destino. ¿Podaras cambiarlo?


¿Qué pasaria si uno de nosotros tomara una opción unitaria?

Suicidarse. Eso frustraría cualquier plan que tuviera la muerte.

¿Algun voluntario?

Ian Mckinley

Una decisión difícil:

Dualidad y líneas temporales.

Hay una teoría que afirma que vivimos en una línea de tiempo. Cada decisión tomada altera el universo en que vivimos creando más líneas de tiempo, paralelas a la nuestra. Si damos la teoría por valida significaría que seguimos un destino trazado para nosotros. ¿Qué pasaría si lo cambiáramos?

—Decídelo ya amigo. Decídelo ahora.

En el limbo se encuentran al fin los dos. El tiempo se les termina ya, un segundo más y sus almas se condenan. La oscuridad los envolvió y ambos sintieron el calor del infierno.


Todo había comenzado un año atrás. Ramses y Fernando caminaban tranquilamente bajo una lluvia impertinente, cuando Fernando tuvo una corazonada. El sentimiento de que algo malo estaba a punto de ocurrir. Y no se equivocaba.

En un instante su vida estaba a punto de cambiar para siempre. Fue en ese momento que un rayo cayó del cielo dirigiéndose hacia Ramses.

En esos interminables segundos lo ultimo que vio Ramses fue una inmensa luz blanca. Luego solo oscuridad, solo silencio.

La propuesta

La lluvia había arreciado, mientras los dos amigos permanecían inmóviles sobre el pavimento, mientras un hombre los observaba con atención. Aquel hombre parecía haber salido de la nada, o quizá solo… siempre había estado ahí.

—No tenemos mucho tiempo.

Los amigos abrieron los ojos, el individuo delante de ellos parecía cansado. Se froto el puente de la nariz antes de proseguir:

—Tenemos un problema. El plan original era que tú murieras. —Señalo a Ramses. —Pero tú te interpusiste, así que como el lógico suponer, ahora estás muerto.

A lo lejos se escuchaba el sonido de una ambulancia. Pero para Fernando era muy a lo lejos. No sentía nada. No podía decir nada. Ya no era nada.

—Escucha chico: Todavía tienes una oportunidad. Tienes un año, que tengas suerte muchacho.

Y desapareció.

El sonido de las ambulancias se volvió más fuerte. Y él ya no se entero de nada más.

La aventura. (Fernando)

La valía de un hombre se mide por la cuantía de soledad que le es posible soportar. Friedrich Nietzsche

Estaba solo. Ese hombre se había largado e incluso Ramses había desaparecido.

"Logico" Pensé. "El está vivo"

—Tengo un año. Tengo que buscar algo. ¿Una razón para vivir?

Aunque seguía lloviendo, no sentía la lluvia sobre mi piel, ya no podía sentir nada. Camine hacia mi casa mas por costumbre que por pensarlo y no me sorprendió ver la ciudad desolada, nada de ruido, nada de personas, nada de autos. Solo estaba yo.

Así fue como lo comprendí:

—Estoy muerto.

Y decirlo en voz alta, me ayudo a comprenderlo. Pero no me alivió de ninguna manera.

Ni siquiera me di cuenta cuando llegue a casa, solo pude ver las paredes de mi habitación vacias, ningún color, ninguna fotografía, ninguna prueba de que seguía vivo. Ni siquiera una prueba de que yo había vivido.

Estaba solo y maldiciendo mi suerte, cuando me pareció ver a alguien más.

Pero ahí no había nadie.

Además de muerto, también estoy loco.

Pronto me daría cuenta de que en realidad no estaba tan solo.

— ¡Estoy muerto!— Y grite con la esperanza de que alguien me desmintiera.

Y al mismo tiempo, en otro lugar, en otro mundo pero a la vez en el mismo Ramses musito:

Estoy a punto de morir.

El viaje. (Ramses)

El amor y el odio no son ciegos, sino que están cegados por el fuego que llevan dentro Friedrich Nietzsche

Estoy en coma. Mi mejor amigo está muerto. Y creo que fue mi culpa. Pero en fin. La buena noticia es que aun soy consciente.

Siento una presión en el pecho, y descubro que puedo abrir los ojos.

—Ah, estas despierto.

La rabia me inunda los sentidos, ese individuo esta aquí. ¿No le basto con mandar mi vida al carajo?

—¿Qué quieres?

—Vaya, vaya. Me sorprendes chico. ¿No quieres otra oportunidad?

—¿Una oportunidad?

—De salvarte. De despertar. O de Salvar a tu amigo.

Silencio solo silencio. Me pellizque el antebrazo pero nada. No me dolió.

—¿Estoy muerto?

No. Pero tampoco estas del todo vivo. El sacrificio de tu amigo fue muy loable pero no fue suficiente.

En ese caso no podre salvarlo. Nadie puede volver de la muerte.

Mi buen amigo. Yo no eh dicho que este muerto.

Y mientras tanto en la morgue de la ciudad, el cuerpo de Luis Fernando Ruelas dejo salir un suspiro.

Un mundo distinto o Fingiendo otra vida.

(Ambos)

La muerte es dulce; pero su antesala, cruel.

Camilo José Cela.

Tenia que tomar una decisión, si pudiera ver el mundo sin Ramses… Asi sabria que les esperaría a los demás. Pero por otro lado…

La vida ya estaba transcurriendo sin mi.

Ni siquiera había terminado de pensar, cuando ya había salido corriendo con dirección hacia la casa de mi amigo.

Contrario a lo que esperaba, ahí si había actividad. De echo todo parecía muy normal. La familia estaba a la mesa, y conversaba tranquilamente. Quise hacer algo para llamar su atención, pero obviamente me ignoraron.

Me quede ahí por días, esperando que algo pasara. Que alguien se diera cuenta de que faltaba algo, que faltaba alguien.

Pero no paso nada.

Y busque a mis amigos.

Mala idea.

Los encontré. Pero ellos ya no eran los mismos. Todos eran demasiado distintos.

Esto no valía la pena.

Moria por darme cuenta de que en el fondo eran los mismos.

Pero no podía

Porque ya estoy muerto.

Y las semanas dieron paso a los meses.

Simplemente no supe que hacer. Es decir ¿Qué demonios se supone que tenia que hacer? Si te dicen que tu mejor amigo esta muerto y luego resulta que no. ¿Qué se supone que tienes que hacer?

"Hay que buscarlo"

Eso era lo mas factible.

"Hay que buscar la vida sin el"

Y por eso me largue de ahí.

Ojala no lo hubiera echo.

Tierra de animas (Ramses)

Este lugar hace que me pregunte: ¿Qué sería mejor? ¿Vivir como un mounstro o morir como un hombre bueno?

Teddy Daniels/ Andrew Laddies.

Y la aventura comenzó.

Fue un trayecto difícil. Ahí afuera no había nadie o por lo menos nada vivo. ¿Sabes a lo que me refiero? Anduve por días hasta que llegue a mi destino: La casa de Luis Fernando.

Por fuera su casa seguía igual, pero por dentro…

Nada era lo mismo. O todo era igual.

Pero faltaba algo.

Una presencia.

Me fui de ahí.

No supe cuanto tiempo estuve vagando por la ciudad vacía, hasta que la vi.

Un ánima que se acercaba hacia mí.

En realidad no me inspiraba miedo pero si mucha curiosidad, arrastraba una larga cuerda que llevaba prendida al cuello. Cuando me miro, un atisbo de sonrisa se asomo por su rostro.

—Ah, un no-muerto.

Se rio de mi y se alejo.

— ¡Espera! Por favor…

Ella se quedo flotando a unos metros de mí, esperándome:

— ¿Quiero saber…

—…que hay después de la muerte?— Mostro una sonrisa burlona.

—No.

—Entonces…

— ¿Quién eres?

—Buena pregunta. ¿Quién soy yo? Soy un ánima. Una presencia en la tierra, existo, pero no estoy viva.

—Pero estas aquí. Aún.

—Si. Pero nadie me ve. Nadie me escucha. Me quede aquí porque no supe decidir, tuve miedo de seguir adelante. Y ahora me quedo en la tierra hasta el fin de los días. Si me disculpas…

—Espera. Solo una pregunta más. ¿Por qué te quedaste aquí?

—Por miedo. Me suicide por miedo a la vida. Me quede aquí por miedo a lo que hay después de la muerte.

Y se fue. Ya sabía lo que tenía que hacer.

Pero no sabía por dónde empezar.

En la oscuridad. (Fernando)

Las personas más peligrosas son las que tienenmiedode su propia sombra.

Una mirada en la oscuridad.

Sigo por aquí vagando. El tiempo se me termina. De hecho ni siquiera se cuanto tiempo me queda. Pero en fin.

Estoy buscando algo. Necesito aprender algo.

Creo que ya lo hice.

Me sacrifique para salvar la vida de mi amigo. Eso cambio el destino. O tal vez ese era el destino original que tenia trazado para mí.

Y si logro despertar… ¿Podre vivir sabiendo que murió por mi culpa?

No podré.

¿El podría?

¿Alguien podría?

Dicen que la noche es más oscura cuando está a punto de amanecer.

Y ahora todo es más oscuro.

Y mientras la oscuridad se cernía mas a mí, noté que una luz brillaba a lo lejos:

La esperanza.

Entre el cielo y el infierno. (Ambos)

Permítanme recordarles que estamos en el Infierno. Instalar aire acondicionado no solo sería ilegal, si no que sería antiestético, que es mucho peor.

Sin noticias de Dios

La chica se alejo dejándome hundido en una oscuridad. Ahora sabía lo que tenía que hacer el tiempo se me estaba acabando y la desesperación estaba acudiendo en mi ayuda.

No tenía nada que hacer.

Nada por lo que luchar.

No tenía a nadie.

Y entonces, vi brillar una luz a lo lejos. Todavía había esperanza.

Me acerque a esa luz que brillaba tan intensamente. Y no pude evitar llevarme una enorme sorpresa:

¿Mi escuela?

Entonces corrí más rápido. Y me perdí en la luz.

No me lo creo. Estoy en mi salón. Y todo parece estar al revés, todos parecen ser los mismos por fuera, pero no están sentados de la misma manera, visten distinto. Pero eso no es lo más raro: El hombre está aquí y a su lado mi buen amigo Fernando.

—Ya casi no les queda tiempo. Por eso los eh traído aquí a las puertas del cielo y del infierno, que se ubican siempre en un lugar conocido para ustedes. Ahora han de tomar una decisión. ¿Quién vive? ¿Quién muere?

El calor del infierno los golpeaba en la cara, la desesperación les rasqueteaba el alma. Un segundo de más y sus almas se condenan.

—Es hora de decidir.

Fue Ramses el que hablo:

—Decidelo ya amigo. Decidelo ahora.

—Hasta nunca.

Sus pasos se perdieron, y antes de despertar por fin, escucho el sonido de unas rejas al abrirse.

Epilogo.

El silencio es el grito más fuerte.

La vida es bella.

Murió anoche. Pero solo para mí. Porque nadie más lo recuerda. Me vestí para un funeral, aunque sabía que no tenía sentido. Contrario a mi costumbre ese día llegue temprano, de alguna manera quería quedarme en mi salón un rato, sentado en silencio honrando al amigo que dio su vida por mí.

—Mariana. — Salude a la chica de pelo negro que me observaba desde la puerta. Ella sonrió de manera dulce y se sentó frente a mí.

—Hola— Me devuelve el saludo. Y me observa atentamente. —No todo es lo que parece ¿Sabes? Yo si lo recuerdo.

No dije nada. ¿Era broma? Casi como si me hubiera leído el pensamiento, prosiguió:

No es broma. Yo aún lo recuerdo. Pero no será por mucho.

¿Por qué?

Porque a veces olvidar es la mejor manera de sanar.

Me reí, por primera vez netamente en mucho tiempo. No lo olvido. Aunque presiento que en algún momento lo hare.

El tiempo es caprichoso.

Y tuve la certeza de en ese mismo espacio, pero en otro mundo o quizá en otra dimensión Fernando se estaba riendo conmigo.

Sali del salón. Y por supuesto no alcance a ver a mi amigo, sentado en su banca riéndose hasta las lagrimas, antes de desaparecer en la oscuridad.