FINAL REPENTINO

» Cada día miro al cielo, cada día miro al suelo, cada momento del día me pregunto por qué ya no estás junto a mí.

» Ciertamente, nada puede salvarnos de la muerte, tú eres el claro ejemplo de ello. Pero se suponía que tú, tu amor, me salvaría de la vida. Ya no estás para salvarme, ¿qué me queda salvo la muerte? Para eso yo no quiero ni necesito salvación.

» Si tú ya no puedes estar junto a mí, yo iré junto a ti.

- Pero sí que puedo estar contigo, nunca me separo de tu lado.

Dejé de escribir sobresaltada y giré alrededor de mí. No había nadie en la habitación, que estaba cerrada perfectamente con pestillo, tal y como la había dejado. Centré de nuevo mi mirada en la carta que estaba escribiendo y la releí, aunque recordaba exactamente lo que acababa de escribir.

Podría resultar irónico que mi carta de despedida, mi nota de suicidio, estuviera dirigida a alguien que ya estaba muerto. Puede que no tuviera sentido porque me iba a reencontrar con él; para eso iba a acabar con mi vida. Tal vez debería estar despidiéndome de mi amada familia y de mis queridos amigos que tanto me habían apoyado. Pedirles perdón, explicárselo y rogarles que me olvidaran, que no me echaran de menos, que yo iba a ser feliz.

Eso hubiera querido y eso es lo que pensaba escribir al coger el bolígrafo. Pero no fueron esas las palabras que salieron y me rendí a la evidencia. Era para él. Siempre él. Solo él. Después de todo, él era la única razón por la que yo quería irme de este mundo.

Por eso no me pareció tan extraño oír su voz, después del susto inicial. No podía haber sido él realmente, pero yo conocía el poder de la mente, ya que neurobióloga. Por eso mismo agradecí esas conexiones químicas entre mis neuronas que me habían llevado a recordar su voz en esos momentos y, nada más y nada menos, que consolándome. Diciéndome que no se separaba de mí, que era lo que más podría desear escuchar.

Terminé de escribir la carta, me tomé el bote entero de pastillas y cerré los ojos. Morí. Después no hubo nada más, ni nadie más. Vacío. Negrura.

Simplemente dejé de existir. Aunque también dejé de sufrir.


Buenas a todos! Si les ha gustado el final, por favor envíen FINAL SI al 7898. Si, por el contrario, piensan que el final es ridículo y que lo debería haber terminado de otra manera, envíen FINAL NO al 7899.

Espero que nadie se tome a mal la broma. Es simplemente que estaba escribiendo la historia y me gustaba. La dejé durante cinco minutos y cuando la releí ya no me hacía mucha gracia el final que tenía pensado. Pero en ese momento no me apetecía escribir eso. Así que añadí dos frases más y me gustó lo que quedó. XD jeje Se aceptan opiniones! Saludos a todos. Selenia.