Tormentas

- Tengo miedo...

- ya, no pasa nada.

- Es que los truenos suenan muy fuertes.

- Es ruido solamente... ¿desde cuándo les tenés miedo?

- Desde los siete, ¿por?

- Me parece que es tiempo de que dejes de tener miedo ¿no crees? Tenés diecisiete años, estas algo grande...

Están allí, cada uno en una cama, ya de noche y tratándose de dormir aquellos buenos amigos: Mateo y Alma. Mateo se tiene que quedar a dormir en la casa de Alma porque la fuerte tormenta no lo deja ir a su casa.

A cada trueno, a cada rayo, Alma tiene más miedo todavía. "Es normal" piensa Mateo, ya que ella perdió hace diez amos a su mamá... y la última vez que la vio fue, pues, una noche de tormenta.

Cuando Mateo se da cuenta, Alma ya está en su cama abrazándolo debido a que recién hubo un gran trueno.

- Sabés, justo hoy ya se cumplen diez años, ya diez largos años hace que no la veo - le dice Alma a Mateo con un gran tono de melancolía en sus palabras.

- Dale, no te pongas así, no te pongas triste, a ella no le hubiese gustado.- la consola Mateo.

Mateo la mira a la cara. Las luces ya están apagadas, pero aun así, con la luz que entra por la ventana ve su cara que está tan cerca del pecho de él, tenerla tan cerca es tan lindo... Alma se ve tan bonita, tal dulce, tan frágil... tan ángel... Es por eso que Mateo está enamorado de ella, es una niña tan bonita, bonita su cara, pero su corazón también es muy bonito, ella como persona es muy bonita... Es bonita...

- ¡Ah! - grita por lo bajo Alma, otro trueno muy fuerte la vuelve a asustar.

- No tengas miedo - la calma Mateo - no te va a pasar nada...

- Al lado tuyo nunca me va a pasar nada... - susurra bajito Alma como para que Mateo no la escuche.

- ¿Qué decís?

- Que tengo miedo...

Aun así, con el justificativo de la pérdida de su madre, Mateo no entiende por qué tanto miedo a las tormentas... ya pasó tantos años que no es posible que alguien todavía tenga ese miedo...

- En realidad ¿a qué le tenés miedo? - se atreve a preguntar Mateo

- Los truenos representan a la última vez que vi a mi mamá. Sé muy bien que no fue su culpa, siento que mi mamá me abandonó, que una tormenta me quito a mi mamá... tengo miedo que se lleve a alguien mas... tengo miedo de...

- ¿quedarte sola? - completa Mateo.

- Algo así... realmente me da miedo eso...

Ahora Mateo entiende que le pasa realmente a Alma, tiene miedo de perder a otra persona importante para ella...

- Nunca te vas a quedar sola... - le dice Mateo.

- ¿Cómo lo sabes tan bien? - reclama con los ojos llorosos Alma.

- Nunca nadie te dejaría...

- Eso no es seguro, esa noche mi mamá me prometió volver rápido... ¡hace diez años que no viene! - le grita Alma ya rompiendo en llanto – ¡vos no podés asegurar nada!

- Si que te lo puedo asegurar, no se los demás, pero yo nunca te voy a dejar ¿entiendes? - le dice Mateo.

- Solo somos amigos... nada me asegura que luego de la secundaria lo sigamos siendo...

- Yo te lo aseguro - le dice al oído abrazándola muy fuerte – creeme, yo nunca te dejaría por nada ¿sí? Por nada

- Mateo... - susurra Alma respondiéndole al abrazo.

- Dormite, por favor... no tengas miedo a la tormenta... no te va a pasar nada. - le pide Mateo con un tono paternal.

- Si, pero antes, Mateo... - pide Alma.

- ¿Qué pasa?

- Te quiero... y mucho, no te imaginas como...

- Yo mas Alma, yo mucho mas...

Por fin Alma se duerme entre los brazos de Mateo. Pero antes de comenzar a soñar, a Alma se le escapa un

- te amo...

Mateo solo decide darle un tomarla del mentón y darle un pequeño y dulce beso en la boca para dedicarse a protegerla de la tormenta...


Espero que les haya gustado esta pequeña historia, la hice hace unos años y no quise modificarla en nada.

Hace casi un año, la subi en otra cuenta que tenía acá. Pero por otros motivos tuve que cerrar la cuenta. Avisaba por las dudas...

Bye!