Eran solo ellos dos: Allyson, y Jake, reunidos en el parque frente a su colegio, Hopewell High, con él mostrando una expresión inesperada de completa seriedad: la situación lo ameritaba sin lugar a dudas.
—¿Qué es lo que somos Allye? —preguntó Jake.
—¿Pero de que me hablas? —Allyson cuestionó a su vez.
—Sabes de que hablo...somos más que amigos, pero si no estamos juntos, ¿qué es lo que somos?
Allyson se encontró entonces ante una paradoja: tenía demasiado que responder, pero por otro lado, no podía idear el modo de hacerlo.
—No lo digas Allye...
—¿Decir qué?
—Las palabras prohibidas: "Te quiero mucho, pero no deseo perder la amistad".
—Pues...es que...
—¿Lo ibas a decir no?
Allyson se quedó en silencio con la mirada baja y con la piel de su rostro enrojecido: eso era todo lo que Jake necesitaba como respuesta.
—Lo sabía Allye...lo sabía...
Jake entonces le dio la espalda a su amiga, y comenzó su paso hacia el horizonte.
—Espera ¡Jake, no te vayas!
Pero cuando Allyson sintió la necesidad de ir tras él, sintió que algo la detenía.
—¿Sarah, por qué no me dejas? —Allyson le preguntó a su amiga, quien la sostenía del brazo impidiendo su caminar.
—¡Lo siento! ¡Secuencia de sueño sentimentaloide y pseudo-filosofica termina ahora! —Le contestó.
Y Allyson despertó en su cama, con la respiración acelerado, más esta se calmó al percatarse de la irrealidad de lo que había visto, y decidió acostarse de nuevo, y a lado de su cama, vio el calendario.
—¿Ya empiezan las clases otra vez? —Sé preguntó ella misma, y la respiración acelerada volvió
Las vacaciones habían acabado, y el momento de regresar a ese recinto para dormir, comer y a veces estudiar llamada escuela había llegado; en un parpadeo se fue el tiempo de ocio: fiestas de cumpleaños improvisadas, amores de verano que terminaron y ataques de rabia, tanto en sentido figurado como en uno más literal (Hopewell necesita un control de animales con mucha urgencia).
Pero ya no eran novatos: el miedo de estreno, por llamarlo de algún modo, quizás no había desaparecido en su totalidad, pero al menos podían pararse con más confianza en los pasillos de Hopewell High: sabían por dónde caminar, con quién hablar, que comidas evitar en la cafetería si no querían terminar envenenados por rastros de heces fecales en el albondigón, y toda clase de conocimientos que sólo se obtiene visitando ese pedacito de infierno.
Fue un año entero después de todo, y se podía esperar un gran aprendizaje para cada uno de esos chicos.
Allyson ya no sería el manojo de nervios que fue desde que usaba pañales, Jake habría aprendido a ser alguien más sensible y a respetar a los demás, y Sarah encontraría una mayor paz mental...
...Na ¿A quién engaño? Este no es ese tipo de historia.
—...Y es por eso qué nunca se deben mezclar las prostitutas, los calmantes de caballo y la crema agría—decía el Director LaFontaine, en su mensaje anual de bienvenida a los alumnos en el auditorio del colegio.
—Caramba ¿A que hora termina esto?—Jake preguntó bostezando
—No lo se, pero hey, mas tiempo aquí, menos tiempo estudiando—respondió Allyson.
—No se Allye, en verdad escuchar sobre actos de fetichismo de un mediana edad casi me hacen tomar álgebra y...¿Sarah, que estas...tomando notas de la platica?
—...No, no ¿Como creen? ¿Piensan que estoy tan chiflada?
—¿Entonces que haces?— preguntó Allyson
Sarah entonces les enseñó lo que estaba en su cuaderno.
—¡¿Dios, estás dibujándolo...?! —La pelirroja exclamó con horror
—Sigue siendo mejor que el año pasado. ¿Recuerdas?
—¿Si lo recuerdo? ¡Aún está sobre el techo!
Allyson y Jake alzaron su mirada para ver la "obra de arte" que Sarah había hecho durante el año anterior; la pintura estaba algo agrietada, pero sin dudas las formas estaban aun bien definidas.
—No puedo creer que haya pasado un año entero y eso lo hayan dejado —Allyson dijo.
—Oí que el presupuesto de escaleras en el colegio se agotó...ademas, nadie puede intentar borrar eso sin voltear y caer contra el suelo.
—¿En serio?
—¿Has intentado mirarlo más de diez segundos?
—¡Reto aceptado Jake!
Y lo intentaron, pero ante la imagen tan explicita y cruda sus ojos se arrugaban al entrecerrarse; Allyson deseo mucho no haber tenido ese desayuno substancioso aquella mañana, y Jake prefería tener rocas de crack en sus ojos que seguir mirando.
—¡Dios! ¡No puedo hacerlo!—Allyson exclamó—. ¿Cómo Sarah tuvo estomago para eso?
—Estomago...y cerebro—Jake contestó.
—A mi me gustó mucho, linda —Will, a la izquierda de la joven gótica, comentó, para después dar un beso en los labios de su pareja.
Otro cambio que se había instalado con el nuevo año era que ahora Sarah tenía compañía sentimental: Will Hoggard, el joven de cabellos de oro que parecía ser el único valiente para abordar el tren sin control que Sarah era; por un lado, era causal de admiración, por el otro: era extraño que el trio ahora se hubiera vuelto un cuarteto, y en el fondo Allye y Jake deseaban que aquel joven no se convirtiera en su Yoko Ono.
A final de cuentas, mientras ellos continuaban con su conversación de enorme gusto e intelectualismo, el Director dio su última noticia:
—...ahora, por ordenes de la nueva legislación escolar, tomaremos dos medidas importantes: primero, ya no serviremos plomo con la comida de la cafetería...al parecer, es malo para la salud ¿Quien lo diría?—LaFontaine comentaba mientras leía una revista de medicina fechada en 1944—. ¡Y...es cierto! Segundo: para mejorar los estándares de educación y el aprovechamiento de los alumnos, bla, bla, bla: este año es obligatorio que todos los estudiantes se unan a un club académico, social o deportivo.
Tales palabras hicieron reaccionar y sacar a la audiencia de su apatía, o en el caso de retarse mutuamente a mirar el mural del techo, de su asco.
—Sí, bueno, yo no voté por eso, pero el consejo quiere ver estudiantes más pro-activos que tomen la iniciativa en el mundo competitivo del mañana...es eso o todos empezamos a hacer pleitesía a nuestros nuevos amos chinos.
—Disculpe director —Pidió una alumna la palabra—. ¿Todos los clubes cuentan en la medida?
—Oh bueno, para fines prácticos, sí: todo club registrado oficialmente en la escuela es valido. Si tienen facultades atléticas, pueden entrar a algo deportivo; si son bellos y asertivos, quizás al concilio de alumnos, y son pobres diablos con piel pálida, está todo lo demás.
—Pero...
—¡En fin! ¡La conferencia terminó! ¡Nos vemos chicos! ¡Zaijian!
El director se retiró y la junta se disolvió: se dieron instrucciones y panfletos a los alumnos para determinar el proceso que debían seguir: las inscripciones serían después de clases en el gimnasio, donde habrían stands de los clubes; no era algo por lo que muchos de los chicos estaban entusiastas, después de todo ¿Si estaban ocupados en actividades sociales y escolares cuando tendrían su preciado tiempo para fumar y beber?
—¡Esto es una injusticia! —denunció Sarah mientras ella caminaba con sus dos amigos hacia el evento—¿Cuándo tendremos tiempo de fumar y beber?
—SIEMPRE habrá tiempo para fumar y beber, no lo pongas en duda —Jake respondió.
—¿Y cuándo tendremos tiempo para...ya sabes? —Will preguntó a Sarah tímidamente.
—SIEMPRE habrá tiempo para..."ya sabes" —respondió la joven con un coqueto guiño a su compañero.
—No sé que clase de hormona destilen estos dos —Allyson murmuró al oído de Jake—, pero estoy casi segura que de ser aislada sería perfecta para ayudar a aparear osos panda.
Al llegar al lugar, se vieron en la misma situación de muchos de sus compañeros: confundidos y dando vueltas; esto no era una decisión fácil como decidir que camisa usar, o si debes tomar soda y anfetaminas para durar disfrutar más los conciertos; donde fuera que terminarán debía caer en ciertos criterios: que sean de hecho buenos para lo que se inscriban, que tengan gusto por eso mismo, y lo más importante: que no tengan el impulso de romperle la cara a hachazos a sus compañeros de club con tan solo oírlos hablar
—¿Entonces el club de anime está descartado eh? —Sarah preguntó
—Paso sin ver, al igual que el club del coro—Allyson respondió— . Ahora TODOS quieren hacer su grupo de cantantes impopulares e inadaptados que superan la adversidad y los prejuicios de una sociedad que los ve con malos ojos para triunfar y ser especiales.
—Hey, si no tengo que permanecer de pie más de cinco minutos, me daré por bien servido —Jake comentó mientras echaba un vistazo a los puestos de los clubes.
Pero al final, era simple: sino había algo que disfrutaban con verdadero gusto, al menos estarían donde perdieran menos la paciencia.
—¡Listo! ¡Ya tengo mi club!—Sarah comentó emergiendo de un mar de alumnos frente a un stand
—¿Cuál es?—Allyson le preguntó
—El club de artes visuales.
—Espera...¿Ahora de hecho tendrás el apoyo de la escuela en lo que fuera que vayas a pintar?
—¡Si! ¿No es genial?
—Solo prométenos a mi y a Jake una cosa.
—¿Cuál?
—Cuando vayas a pintar algo de tu..."particular" estilo, avísanos antes para llevar Pepto...o pica-hielos para los ojos.
La búsqueda por un lugar en alguna parte (de algún modo) se mantuvo; Allye y Sarah perdieron de vista a Jake y Will por unos instantes, hasta que lo vieron al primero alejarse de uno de los puestos.
—Hey, ya elegí mi propio club.
—¿En serio?—preguntó Sarah—. ¿Cuál es?
—Pues...me da algo de vergüenza decirlo.
—¿Es la Alianza de Estudiantes Lesbico-Gay-Bisexual-Transgenero? —cuestionó Allyson con un poco de malicia.
—Tú no entraste al coro glee, tampoco yo lo haré, Allye.
—Oh...porque ¿Sabes? No tiene nada de malo...
—¡Qué no es eso!
—¿Entonces Jake? ¿Qué club es?
—Lo que requería menos esfuerzo: el club de la ONU.
Tal respuesta provocó una extraña sensación de sorpresa en ambas chicas.
—¿El Club de la ONU?—preguntó Allyson—. ¿Desde cuando estas interesado en la Geo-política y las relaciones internacionales?
—Desde nunca, pero me convencieron al decirme necesitaban países "malos", como Rusia o China; yo seré Serbia...soy serbio de parte de mi madre: creo que solían llamarse los "Milosevic".
—¿Milosevic? ¿Cómo en...Slodoban?
—¡Ah! ¿Has oído hablar del tio Slo? ¿Cómo?
—No, nada, creo que me lo dijo un pajarito...y el capitulo sobre dictadores del siglo XX en la clase de historia.
—¿Bueno, y qué tal mi elección?
—Serbia, claro: ¿no eran ellos los que hacían limpieza étnica y hacían tenis con la piel de recién nacidos abortados?
—Así es: los elegí porque no quería perderme la diversión.
—¡Déjame ver eso!— Sarah exclamó al leer el folleto que le arrebató de la mano a Jake—. ¿No es todo esto algo ofensivo y estereotipico?
—Sólo es por diversión, ademas, como los decía: creo que estoy más que calificado para interpretar el papel del representante diplomático de una nación llena de criminales de guerra, psicópatas asesinos y fanáticos de Eurovision.
—Me da pena si hay alguien al que le toque representar a Kosovo —Allye comentó al ver una motivación especialmente siniestra en los ojos de Jake; porque quizá estaba realmente interesado en la geo-política, bajo la condición que involucre guerras y matanzas.
Pero Allyson aun no encontraba su propio espacio; si hasta los inadaptados de sus amigos lo habían logrado ¿Como podía ser tan difícil? Era francamente inexplicable para ella.
¿El club de idiomas? No, era una niña blanca de Canadá: el inglés le servirá por siempre ¿El club de atletismo? Ella no puedo ni mantener el equilibrio en un juego de Wii ¿El club de porristas? ¡Santo cielo no! Sólo sería si en el club fumaran porro...y además el temor patológico de que vean sus piernas delgadas en publico no ayudaba.
...entonces, como un Oasis en medio de ese desierto de interés, vio un stand casi vacío: al no gustar de las otras opciones disponibles, se acercó a dar un vistazo.
Lo atendía un chico del último grado, interesado más en juguetear con su teléfono que en de hecho atender a la gente, o al menos inclusive mostrar una sonrisa.
—¿Disculpa? —Allye preguntó tratando de llamar su atención
—Espera un momento...¡Si! ¡Más de 9000 puntos! —exclamó de felicidad ese joven
—Em...quizás deba volver en otro momento.
—¡No, no! Tranquila, solo que estoy un poco aburrido; nunca atiendo a demasiadas personas...
—Así que...¿Club de cine?—Allye preguntó tras ver el letrero en el puesto
—Es más que eso: es para apreciar la belleza plasmada en celuloide de las obras de los grandes maestros de la cinematografía mundial.
—¿En qué consiste?
—Ver películas los viernes tras clases y comentarlas.
Quizás no tenía el mismo nivel de emoción y entusiasmo que otros alumnos, pero de todas maneras nada se lo iba a proporcionar, y en todo caso, como dice el refrán: de los males, el menor.
—Bueno, entonces supongo que me interesa...
—¿Supones? Vamos niña, necesito un si o un no rápido; no puedes detener la fila con tu indecisión.
—¡Oh sí! ¡Hay toda una multitud tras de mi! ¡Cómo un concierto sorpresa de una banda formada por Kurt Cobain y Jim Morrison que durante años fingieron su muerte para preparar la tocada más espectacular del mundo! —Allye respondió ante la rudeza del hablar de ese chico
—Perdón, perdón, no quise sonar grosero, es que esta idea de forzar a los estudiantes a unirse a algún club...¡Me parece ridícula!
—¿Verdad? —Allyson asintió, aliviada de por fin encontrar a alguien que parecía hablar con algo de cordura—.Digo, si alguien quiere unirse por su cuenta, no tengo problemas, pero al final al forzar esto solo conseguirán que muchos odien su actividad.
—Bueno, apuesto a que muchos piensan así, pero nadie tiene el valor de decirlo...en fin, se que el club no es la octava maravilla, ese honor corresponde a "Fanny y Alexander" de Ingmar Bergman, PERO si quieres unirte, sería bueno tener a alguien más.
—Supongo que hay cosas peores —Allyson respondió tras tomar el bolígrafo del stand e firmar su inscripción en el club.
—Entonces, bienvenida...¿Allyson "Sigrid" Martin? —el chico comentó tras leer el nombre completo de Allye en la forma de inscripción.
—Antiguo nombre familiar...junto con la comida basada 90% en bacalao, es la desventaja de descender de pescadores noruegos...
—Si te hace sentir algo mejor, al menos no es tan malo como mi nombre: Salvatore Alfredo D'Ancona.
—¿Perdón?
—Mis padres son italianos, soy el primero de mi familia en nacer en Canadá...me dicen "Toto".
—¿Como la banda ochentera?—Allye preguntó disimulando su sonrisa
—Si te atreves a cantar las primeras notas de "África"...
—¿Cómo crees? —Allyson contuvo las ganas de hacer precisamente eso mordiéndose el labio inferior—Bueno...tenía pensado más bien "Roxanna", pero...entendí el punto.
—Como digas..."Sigrid"
—OK, OK, ya aprendí la lección...ademas, me gusta como suena "Toto" en realidad.
—Esta bien, te paso esta porque necesito con desesperación nuevos miembros.
—Eso me recuerda ¿Cuantos están inscritos?
—¿Contigo? Pues...tres.
—¡¿Tres?! ¿Tres personas para todo un club?
—Si, y la otra persona es una chica que solo viene porque quiere un lugar para dormir por las tardes.
—Entonces, recapitulando: solo veremos películas, y son solo tres sujetos, una de ellos echadota la mayor parte del tiempo.
—Si, lo resumiste bastante bien,
—Puedo vivir con eso.
Sin otro prospecto disfrutable, Allye simplemente trató de ver el lado bueno de la vida, claro, dicho objetivo se dificultaba al oír las actitudes de sus dos compañeros de parranda (más un colado), en su camino hacia sus hogares.
—¿El club de cine?—preguntó Jake—¿Quieres cortarte las venas?
—¿Qué tiene de malo? Es solo ver películas los viernes y comentarlas por unos minutos, ya saben, al mal paso darle prisa.
—Casi todas las películas que ponen ahí son píldoras para dormir incomprensibles de cuatro horas y media hechas por europeos locos; que va, inclusive en el club de matemáticas hay más emoción.
—¡Y orgasmos! —Sarah interrumpió
—No quiero cuestionar sus conocimientos en cinematografía y en experiencias sexuales con ecuaciones diferenciales involucradas, pero, ¿no están siendo algo duros?
—Tal vez, pero por si acaso, te presto mi navaja: la necesitaras para saber si aun estas viva.
—Empiezo a comprender porque ese sujeto viene a dormir, ahora que lo mencionan —Allye pensó.
Pero fuera de prejuicios ¿No podía ser tan malo, verdad?
—Cuando la gente se emociona mucho puede morir de un infarto, pero ¿Puede pasar lo contrario? ¿Se puede morir de aburrimiento? —Allyson pensó el viernes siguiente, al estar viendo un filme en blanco y negro que le parecía indescifrable y donde todos hablaban como si fuera tesis de doctorado en filosofía—¿¡Por qué no tomé la maldita navaja cuando me la ofreció?
Si, no era muy emocionante, de momento, pero si algo ha aprendido Allyson, y por supuesto, Jake y Sarah, es que en su día a día, el aburrimiento, el tedio y el cansancio nunca es algo que dura por demasiado tiempo...lamentablemente.
—¿Puedo decir algo? —Will cuestionó.
—¿Sigues aquí? —Jake hizo notar, con burla, y algo de fastidio en su mirada.
—Em...no, nada...olvidenlo...
Supieron sobrellevar el reto de ser forzados a elegir por algo que ocupará a partir de ese momento el horario que antes usaban para sus siestas y para clonar tarjetas de crédito; pero de modo lateral, un nuevo chico en el pueblo trataba de disipar algunas dudas.
—Oye, Sarah —Will comentó mientras arribaban como pareja al hogar de la joven, después de haberse separado de Allye y Jake—. ¿Crees que tus amigos...tienen un problema conmigo?
—No puedo imaginar eso, ¿de dónde sacas tal idea? —Sarah respondió, sujeta de la cintura de Will.
—Es que siempre que quiero hablar o decir algo ellos ponen cara de fastidio, como si simplemente por estar ahí fuera suficiente para hartarlos.
—Tienes que entenderlos —Sarah se posó frente a Will y lo tomó de las manos—. Fuimos sólo tres durante mucho tiempo, y al principio de hecho yo fui la "recién llegada": les costó un poco aceptarme, se tomaron su tiempo para ello. Y pueden ser algo posesivos, pero te aseguro que con el tiempo serán uno más de la pandilla.
—¿Estás segura?
—Lo garantizo —Sarah respondió con una sonrisa, y acercando su rostro al de Will.
—Y... ¿quieres hacer algo ahora?
—No estoy de humor, sólo quiero hablar...
—¿De verdad?
—¡Bromeo! Vamos a mi cuarto...
—¿Entonces, es cierto? ¿Vamos a...?
—¡EXACTO! ¡Por fin me llegó el nuevo juego "Mutiladores II: Hasta el Infierno"!
Y Sarah y Will pasaron una tarde encantadora jugando a destripar inocentes con todo el romanticismo que eso puede conllevar...pero no todas las preguntas se habían disipado, y de hecho algunas más se empezaban a formar...