26 de abril, Ars Magna.
Querido Nightsun:
Sé que usar este medio no es propio de mí, no es algo que se me haya enseñado, porque desde que éramos niños se nos enseñó siempre decir las cosas de frente y con la verdad, tanto tú como yo sabemos que soy una persona directa y sincera, independientemente de lo que me haya enseñado mi madre, siempre dije las cosas como eran, ha causado problemas aunque es una de las razones por las que me han hecho candidato a tomar el trono en cuanto mi madre renuncie a su puesto como reina, pero lo que quiero confesarte es algo realmente complicado para mí, a pesar de ser mejores amigos ya hace tantos años, puede que ponga en riesgo nuestra amistad, y este tema no es algo que realmente pueda hacer en persona por dos sencillas razones: no sabrías reaccionar, te conozco e incluso con las mujeres eres un imbécil, y seguramente eso provocará la segunda razón de lastimarme en cualquier caso que existiera alguna reacción a la que me imagino.
Hacer esto realmente ya lleva años en mi mente planeándose, creía que todo era perfecto, no se pasará por alto pues estaba acostumbrado a los cuentos de hadas que nos leía nuestra madre a mi hermana y a mí, pero al ser realista, las cosas no son tan fácil, sería un hecho cruel, uno donde el destino se interpondría y daría a la suerte lo que realmente quiere hacer, es un ciclo el que se lleva con cada proyecto, donde te demuestra que no es fácil, sabes bien que se sufre con cada plan con la intención de que se cumpla, lo aprendimos durante la guerra que abarco nuestra infancia, y a cómo van las cosas, esto no saldrá de acuerdo al plan.
Night, eres mi mejor amigo, eres una de las personas más capaces de cualquier cosa, una persona que parece salir de un sueño, que con el dulzor de las palabras que salen de la cálida voz de la garganta de tu corazón hacen que la mente de cualquiera suba al cielo, que regrese al sueño de donde viniste. Eres valiente ante cualquier situación, sabes enfrentar las cosas de frente y a golpe limpio, no eres conflictivo, pero tampoco te echas para atrás en una pelea, inteligente, siempre te las ingenias para resolver problemas, apuesto y demasiado carismático, que, si no fuera porque eres un idiota, toda mujer caería a tus pies. Eres lo que cual mujer quiere a su perfección, bueno, no cualquier mujer, la mujer perfecta. Aquella que fuera a la par de tu grandeza, que comprendiera cada sueño tuyo, que velará cada pesadilla que tuvieses todas las noches que fueran necesarias, que tenga la habilidad de satisfacer tus antojos de veladas cálidas sobre las noches lluviosas, que su belleza no se compare a la luz de la luna en una noche despejada en el reino, o a los rayos traspasando el agua que lográbamos ver esos días que saltábamos desde la orilla de la tierra, esos que alumbraban el reino inundado por el mar.
Quisiera pedirte que vivieras aquí, en Ars Magna, que durante mi reinado fueras siempre mi mano derecha y si era posible, casarme contigo. Escribo esto a las dos de la madrugada solo porque la idea de me enamoré de ti era algo imposible me rasgaba el alma, me enamoré de mi mejor amigo. Más allá de desear con mi ser el ser correspondido, sé que puedo confiar en ti para decir esto ya que en la posición donde estoy, no es apropiado que salga a la luz mis preferencias sexuales, soy un príncipe, pronto un rey, el consejo real estaría en total desacuerdo si se entera que prefiero estar como reina y pedirte que fueras un rey, porque va en contra de las leyes principales del mandato del primer gobernador de los reinos, por lo tanto estoy obligado a estar con una mujer para tener a mis primogénitos, y tener como derecho más de una amante. No me doy el lujo de aborrecer a mi madre, pues ella forjo este reino joven, pero bajo las condiciones de seguir con las reglas sexistas de los primeros Señores y Amos de los reinos vitales de nuestro mundo.
Qué vergüenza la de mi rota familia, una reina en depresión, una heredera traidora de su reino y yo, un príncipe homosexual. Sabes que la mentira sobre las leyes del otro mundo, donde mi hermana ahora es reina, exigía que el padre se quedará con el hijo mayor como primogénito en caso de unificar dos reinos de dos mundos distintos a través de un matrimonio falso, para no bajar el honor de mi madre de tener dos hijos bastardos. Ahora que lo pienso, es en lo único que ha ayudado, de ahí solo abandono a mi madre con unos mellizos recién nacidos, vuelve para llevarse a mi hermana mayor, dejar en la profunda depresión a mi madre y dejarme el resto a mí, no es justo realmente.
Pero ¿qué es justo realmente? Te ha ocurrido similitud de cosas y aun así sigues como si nada, y tienes lo que mereces para hacerlo, para seguir adelante con una sonrisa en el rostro, tienes una hija preciosa y una mujer que cubre todas las expectativas que creo yo no llegaba al nivel, eres afortunado, una madre que te apoya, un padrastro ideal, incluso una hermana leal a ti.
Tienes lo suficiente para seguir, yo solo te tengo a ti, como cuando hablábamos del frío, te gustaba venir más en invierno porque el frío de la isla era lo suficientemente bueno para tomar café, para quedarse acorrucado, para aprovechar el hacer el amor, fumar un rato y no salir de la habitación, para mí solo me funcionaba para que me dijeras: "tienes las manos frías" y las calentaras junto a las tuyas. Era lo mejor para esas épocas, era uno de mis mejores momentos, uno que incluso se completaría con visiones a futuro sobre el hecho que quisieras vivir conmigo. Se mejor que nadie que no te gusta estar solo, aunque la mayoría del tiempo eres un lobo solitario, no entiendo tu clase de tortura y quizá por el hecho que no te gustaba la soledad, permanecía a tu lado, también sé que te encanta leer, te encantan esas novelas empalagosas y los cuentos infantiles, te gustan los libros con dibujos animados y que los libros estén decorados con detalles finos dorados y la mayoría con flores purpuras, aunque prefieres los tulipanes, algo digno de un hombre duro. Si vivieras conmigo, probablemente te dejaría cartas bajo la almohada, notas entre las páginas de tus libros o en lugares que quizá no esperes, para que no te sientas solo, aunque yo esté ahí para ti, siempre.
Con todo el amor que pueda tenerte.
Erion Acacia.