Reloj biológico.

La madre me sonríe cuando llego y la felicito por su nuevo hijo. Mientras reviso su carpeta de enfermería, el bebé se queja suavemente, sus padres se emocionan y yo suelto un suspiro.

– ¿Tiene hijos? – es la pregunta que siempre me hacen.

– No – es la respuesta que siempre doy. – No deseo tenerlos.

Es común que, al contestar esto, mis interlocutores me digan que "ya cambiaré de parecer", porque el reloj biológico de una mujer nunca falla ni se detiene. Que pronto sentiré que el tiempo se me acaba y que desearé tener tantos hijos como pueda. Esta mamá no fue la excepción y yo le sonrío con displicencia tras revisar su expediente. Le informo entonces que debo llevarme al bebé para hacerle un procedimiento médico que tiene indicado, lo que hace que los padres se sorprendan porque nadie les avisó.

– El médico olvidó informarles. No hay de qué preocuparse, será algo rápido y sin dolor – replico.

La madre hace dos preguntas más, las cuales yo contesto con tanta naturalidad que ella acaba por convencerse y me entrega a su hijo. "Es por su bien", escucho que dice cuando salgo de la habitación con la preciosa carga en brazos.

Debería de decirle que este niño no tiene indicado ningún procedimiento médico. Es más, ni siquiera soy enfermera, pero ya me cansé de que mi reloj biológico me presione para tener un hijo, a pesar de saber que nunca podré engendrarlo.

No te preocupes, bebé, seré una buena mamá.


Último microrrelato.

Palabra clave: Reloj.

Este relato fue ganador del "Concurso de Microrrelatos #microReloj", llevado a cabo en Sweek en noviembre de 2018 y fue publicado en el 'Libro Microrrelatos Sweek 2018'.